Los operarios del Ayuntamiento de Madrid han estado trabajando a destajo en los últimos tiempos para reducir la contaminación. Han sido numerosos los días y noches sin dormir, se han producido largas reuniones en las que han participado los mejores expertos en reducción de la contaminación de nuestro país hasta que… ¡Eureka! Solución encontrada: ¿Por qué no desplazar las garitas de medición a zonas verdes de la capital? De esta forma, se reducen los niveles de contaminación… y se falsea la información ofrecida a la ciudadanía. Porque no es lo mismo una caseta a pie de la m-30 que en pleno Retiro. Gracias a esta medida, el Ayuntamiento ganó merecidamente uno de los premios concedidos en el Congreso APIA por omisión de la información, puesto que la web que recoge los niveles de contaminación se cae curiosamente los días en los que estos niveles superan los límites permitidos. ¡Qué casualidad! Pero son tan desagradecidos que no quisieron ir a recogerlo. Aún así, todo el auditorio le dedicó un merecido aplauso, porque un premio así no se consigue todos los días.
Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos, la contaminación es caprichosa y mediática: le gusta aparecer en la portada de los periódicos de tirada nacional. Todos los años es portada y siempre viene acompañada de una clara justificación: la estabilidad atmosférica del anticiclón impide la llegada de la anhelada lluvia que haga que la contaminación desaparezca (o más bien que la deposite en el suelo, porque la contaminación no desaparece por arte de magia ¿estamos ante uno de los muchos casos de esconder lo que nos molesta bajo la alfombra?)
Y es que desde hace varios años se viene hablando de las siglas ZEB (Zona de Emisiones Bajas) en el Ayuntamiento, pero no hay medidas efectivas y la contaminación no hace más que incrementarse. Sin embargo, para nuestra actual alcaldesa, anteriormente concejala de Medio Ambiente, la calidad del aire es buena: no hay más que mirar por la ventana para ver la “boina” de Madrid, más presente que nunca.
En el informe “La calidad del aire en la ciudad de Madrid en 2011”, elaborado por Ecologistas en Acción, se puede encontrar que “la mayor parte de las medidas correctoras que incluía la Estrategia [referido a la Estrategia Local de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010] no estaban cuantificadas, ni disponían de un calendario de ejecución, ni de estimaciones de la reducción de contaminación que esperaban conseguir, como tampoco se presupuestaban en detalle (http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/calidad_aire_madrid_2011.pdf). Blanco y en “Botella”: la Estrategia estaba perfectamente elaborada para que fuera totalmente ineficiente. Si son políticos y expertos en reducción de la contaminación los que lo elaboran, ¿por qué comenten errores de principiante? ¿Puede ser que esos expertos en la materia no tengan ni idea? ¿Puede ser que el político de turno sepa más de economía (por decir algo…) que de medio ambiente? ¿Puede ser que les interese más pagar la multa en cuestión que hacer las cosas bien? Lo que no puede ser es que jueguen con nuestra salud de esta forma. Quizá no les importe el bienestar de sus hijos y nietos, pero a la ciudadanía de Madrid, sí nos importa. Y mucho.
Hemos de recordar que todos somos un poco responsables de esta situación, por ejemplo, al desplazarnos en coche cada día, de forma que queda en nuestras manos aportar un pequeño granito de arena en pro del medio ambiente.
Para consultar la calidad del aire de Madrid, visite el enlace