Alguna vez te habrás preguntado
si “desertificación” y “desertización” son términos sinónimos. Los habrás visto
escrito muchas veces sin distinción de qué es exactamente lo que les caracteriza.
Desertización es el proceso
evolutivo natural que conduce a las condiciones típicas del desierto. Se
caracteriza por muy bajas precipitaciones (< 250 mm año). Sin embargo, un
desierto, aunque no parezca un vergel, no es una tierra de nadie… es un
ecosistema vivo en el que también se dan ciertas condiciones para que exista la
vida en ambientes extremos. Así, muchas especies se han adaptado a las altas
temperaturas y apenas humedad en el ambiente (estrés hídrico). Hay una gran
diversidad de desiertos, los arenosos con las típicas dunas o los rocosos. La
erosión eólica juega un papel muy importante, y así se pueden ver cómo ha ido
moldeando la geomorfología del paraje. Ejemplos conocidos son el desierto del
Sáhara en África o el desierto costero de Atacama en Sudamérica.
El ser humano también se ha
adaptado al proceso de desertización natural. Sin embargo cuando es el mismo
que lo provoca sobre un suelo que se considera fértil, ya no nos referimos al
mismo término, se trata de la “desertificación”. Esta degradación ecológica
lleva al resultado de prolongadas sequías que finalmente favorecen la expansión
de dichos desiertos. Entre los casos más dramáticos se encuentra el Mar de Aral
en Asia Central o el lago Chad en África Central. Ambos tienen una misma
cualidad, son lagos endorreicos con una alta presión hídrica para la irrigación
de cultivo de una forma insostenible. Otros efectos acumulativos a la
desertificación son la salinización, agotamiento de los acuíferos y
contaminación de estos ecosistemas.
En Europa, el país con mayor
índice de desertificación es España. Las zonas más vulnerables son Andalucía,
Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana. Se calcula una pérdida
total anual del suelo de más de 1000 mill. de toneladas /ha/año. Esto supone no
solo pérdidas económicas, dado que el suelo pasa a ser improductivo e inviable
para el cultivo o sustentación de poblaciones; sino pérdidas irrecuperables de
muchos servicios que ofrecen los ecosistemas.
Mapa de Riesgo de Desertificación en España. Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
En palabras del Secretario
General de la ONU, Ban Ki-moon:
“No alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo del Milenio para
2015 si no preservamos los suelos de los que depende su subsistencia”,
“Río+201 nos ofrece la oportunidad de mostrar los
numerosos sistemas inteligentes y eficaces de gestión de tierras y las opciones
que existen o que se están desarrollando”,
“Sin un suelo saludable, la vida en la Tierra es insostenible”.
1Visita con tiempo las siguientes páginas, muy interesantes sobre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible que se celebrará del 20 al 22 de Junio de 2012 en Río de Janeiro: